Por Ernesto Partida Pedroza
Ciro Gómez Leyva nos dice: Lo que nos pase nos lo mereceremos por no tener memoria histórica o por vender nuestra dignidad
La desvergüenza de Moreira. La primera conmoción nacional por los secuestros ocurrió a mediados de los 90, con los casos Harp, Vargas, Losada, Senderos. México estaba gobernado por el PRI. Los guaruras se centuplicaron. Cuando en 1994 y 1995 las bandas de secuestradores de La Víbora, Los Aparicio, Los Tlaycas tomaron Morelos, la entidad era gobernada por el priista Jorge Carrillo Olea, un especialista en seguridad. Quedó registro de la complicidad entre criminales y policías.
El apogeo de los cárteles de la droga en Jalisco comprendió también el periodo del gobernador priista Enrique Álvarez del Castillo, a quien luego el priista Carlos Salinas de Gortari nombró Procurador General de la República y cuyo hermano Raúl Salinas mandaba convoy de tráileres llenos de mota y coca, sin que los puestos de revisión los detuvieran ni siquiera para verle la cara al chofer.
El auge de los cárteles y el crimen en Sinaloa se dio entre gobernadores priistas: Antonio Toledo Corro, Francisco Labastida y Renato Vega.
Los municipios conurbados del Estado de México han sido desde el priista Carlos Hank González hasta el priista Enrique Peña Nieto, que ahora entrega un Estado, incendiado, inundado, lleno de narco violencia, y listo para la compra de votos, zona franca para delincuentes grandes y pequeños. Chihuahua es hoy la entidad más violenta del país. El PRI la gobierna desde hace diez años. Ni qué decir de Tamaulipas, Coahuila, Durango y Oaxaca.
Con una desvergüenza del tamaño de la desgracia, el presidente del PRI, Humberto Moreira, culpó a los "otros" por la tragedia de la inseguridad. Y perfiló a su partido como el único que en el futuro puede encararla y doblarla. Desvergüenza, la de Moreira. y la del PRI: la opción de la experiencia.
A esto le llamo descaro y cinismo.
Y ¿a éstos elegiremos para que nos vuelvan a gobernar? Pobre México, Sólo un país tercermundista reelige a sus dictadores.
Enrique Peña Nieto pudiera ser elegido presidente, y este Sr. por sus fueros tiene paralizado el Congreso ya que no aprueban ninguna reforma que beneficie al país, como son la Laboral, la Ley de seguridad Nacional, la Política, y mucho menos la Energética y la Educativa, ya que desea tener al pueblo mantenido a base de tortas despensas, un saco de cemento, una camisa roja, y una gorra de cartón en los mítines.
Estas son palabras muy duras contra el PRI y sus políticos, muy bien merecidas.
Pero, ¿Qué tanta autoridad moral tiene Ciro Gómez Leyva como periodista para hacer esos juicios?
¿Acaso Ciro Gómez Leyva hace el periodismo que México necesita?
¿Acaso hace algunas aportaciones para que los mexicanos despertemos de ese letargo en el que estamos sumidos todos los mexicanos?
Estoy seguro de que Ciro no ha pretendido darle poder a los políticos, pero con el solo hecho de mencionarlos ya les esta dando poder.
No solo le ha dado poder a los políticos, sino también al mismo crimen organizado con el simple hecho de hacer mención de ellos.
Durante mucho tiempo nos informo de las “hazañas” del crimen organizado, llevaba las cuentas de cuántos muertos diarios producía.
Otra cosa sería si Ciro hiciera circular las ideas para salir de los problemas que padecemos los mexicanos.
Otra cosa sería si entrevistara a los personajes que tienen ideas para hacer que la inseguridad caiga por su propio peso.
Otra cosa sería si Ciro entrevistara a los personajes que tienen ideas para realmente impulsar una educación de calidad que haga desaparecer con el tiempo los grandes problemas nacionales.
Otra cosas seria si nos ayudara a crear los incentivos para que nosotros los ciudadanos dejáramos atrás por nosotros mismos la corrupción.
Otra cosa sería si nos diera a conocer los grandes recursos que tenemos los mexicanos, mismos que debemos aprovechar para con ellos crear el bienestar para todos los mexicanos.
Los temas que le gusta tratar a Ciro son totalmente ciertos, pero esos no nos ayudan a edificar un mejor país.
Si los contenidos de los medios de comunicación fueran diferentes, no estaríamos corriendo el riesgo de que la dictadura del PRI regresara nuevamente a los Pinos.
Urge hacer los cambios en todas las instituciones para poder vislumbrar el México que deseamos construir.
La clase política que esta por llegar a los Pinos, se debe esencialmente a la resignación de los intelectuales, a la ausencia de auténticos liderazgos, a la apatía del pueblo, a la ceguera de los medios de comunicación, a la falta de visión del sistema educativo mexicano.
¿Hasta cuándo despertaremos de este letargo?
Necesitamos unos medios de comunicación que nos ayuden a pasar de victimas a protagonistas.
Necesitamos un medio de comunicación que nos llame, que nos mueva de nuestra zona de confort, que nos ayude a ser equipo con México, que ayude a activar la economía, la educación y la cultura, que nos ayude a romper con la falsa idea de que México no tiene ya remedio, que nos emocione, que nos conecte con el otro, que nos invite a arriesgar para que ganemos todos, que nos comprometa, que nos enseñe a descubrir el lado positivo de las cosas, que nos cuestione, que nos impulse a ser mejores, que nos aliente a la creación de nuevas empresas, que fomente la creatividad, que nos ayude a confiar en nosotros y en los demás, que nos muestre el camino para ser felices, que nos enseñe el sabor de la responsabilidad, que nos despierte, que nos encienda la mecha del entusiasmo, que nos ayude a sanar las heridas del pasado, que nos ayude a disfrutar del presente y nos mueva para construir un futuro mejor, que nos ayude a descubrir el lado positivo de las desgracias, que nos enseñe a mirar lo que hay a nuestro alrededor, que nos comunique, que nos mueva, que nos jale, que nos atraiga, que nos una, que nos fortalezca, que nos haga fuertes ante las adversidades, que nos ayude a descubrir nuestro potencial como personas y el de los demás, que nos hermane con otros pueblos, que nos enseñe a amar a este país, que nos ayude a romper con los paradigmas que nos tienen atados y nos ayude a crear otros que nos ayuden a avanzar, que nos enseñe a descubrir los grandes recursos que tenemos para aprovecharlos y con ellos crear la riqueza entre todos y para todos los mexicanos.
En otras palabras, que deje de poner la atención en la clase política y la ponga en los 112 millones que somos los mexicanos.
No es la función de los medios de comunicación el ayudar a las instituciones que no sirven en este país, sino la de impulsar y fortalecer a las instituciones que tienen que ver con la construcción de un mejor México.
Ojala que hubiera solo un medio importante que iniciara el cambio, solo con ese se podría contagiar la cordura a los demás y con ellos iniciar el cambio que tanto necesita México.
El cambio es posible, de hecho, miles de mexicanos trabajan incansablemente en la construcción de las nuevas bases para la nueva sociedad.
elsuenomexicano@yahoo.com.mx
http://www.elsuenomexicano.org/
Ciro Gómez Leyva nos dice: Lo que nos pase nos lo mereceremos por no tener memoria histórica o por vender nuestra dignidad
La desvergüenza de Moreira. La primera conmoción nacional por los secuestros ocurrió a mediados de los 90, con los casos Harp, Vargas, Losada, Senderos. México estaba gobernado por el PRI. Los guaruras se centuplicaron. Cuando en 1994 y 1995 las bandas de secuestradores de La Víbora, Los Aparicio, Los Tlaycas tomaron Morelos, la entidad era gobernada por el priista Jorge Carrillo Olea, un especialista en seguridad. Quedó registro de la complicidad entre criminales y policías.
El apogeo de los cárteles de la droga en Jalisco comprendió también el periodo del gobernador priista Enrique Álvarez del Castillo, a quien luego el priista Carlos Salinas de Gortari nombró Procurador General de la República y cuyo hermano Raúl Salinas mandaba convoy de tráileres llenos de mota y coca, sin que los puestos de revisión los detuvieran ni siquiera para verle la cara al chofer.
El auge de los cárteles y el crimen en Sinaloa se dio entre gobernadores priistas: Antonio Toledo Corro, Francisco Labastida y Renato Vega.
Los municipios conurbados del Estado de México han sido desde el priista Carlos Hank González hasta el priista Enrique Peña Nieto, que ahora entrega un Estado, incendiado, inundado, lleno de narco violencia, y listo para la compra de votos, zona franca para delincuentes grandes y pequeños. Chihuahua es hoy la entidad más violenta del país. El PRI la gobierna desde hace diez años. Ni qué decir de Tamaulipas, Coahuila, Durango y Oaxaca.
Con una desvergüenza del tamaño de la desgracia, el presidente del PRI, Humberto Moreira, culpó a los "otros" por la tragedia de la inseguridad. Y perfiló a su partido como el único que en el futuro puede encararla y doblarla. Desvergüenza, la de Moreira. y la del PRI: la opción de la experiencia.
A esto le llamo descaro y cinismo.
Y ¿a éstos elegiremos para que nos vuelvan a gobernar? Pobre México, Sólo un país tercermundista reelige a sus dictadores.
Enrique Peña Nieto pudiera ser elegido presidente, y este Sr. por sus fueros tiene paralizado el Congreso ya que no aprueban ninguna reforma que beneficie al país, como son la Laboral, la Ley de seguridad Nacional, la Política, y mucho menos la Energética y la Educativa, ya que desea tener al pueblo mantenido a base de tortas despensas, un saco de cemento, una camisa roja, y una gorra de cartón en los mítines.
Estas son palabras muy duras contra el PRI y sus políticos, muy bien merecidas.
Pero, ¿Qué tanta autoridad moral tiene Ciro Gómez Leyva como periodista para hacer esos juicios?
¿Acaso Ciro Gómez Leyva hace el periodismo que México necesita?
¿Acaso hace algunas aportaciones para que los mexicanos despertemos de ese letargo en el que estamos sumidos todos los mexicanos?
Estoy seguro de que Ciro no ha pretendido darle poder a los políticos, pero con el solo hecho de mencionarlos ya les esta dando poder.
No solo le ha dado poder a los políticos, sino también al mismo crimen organizado con el simple hecho de hacer mención de ellos.
Durante mucho tiempo nos informo de las “hazañas” del crimen organizado, llevaba las cuentas de cuántos muertos diarios producía.
Otra cosa sería si Ciro hiciera circular las ideas para salir de los problemas que padecemos los mexicanos.
Otra cosa sería si entrevistara a los personajes que tienen ideas para hacer que la inseguridad caiga por su propio peso.
Otra cosa sería si Ciro entrevistara a los personajes que tienen ideas para realmente impulsar una educación de calidad que haga desaparecer con el tiempo los grandes problemas nacionales.
Otra cosas seria si nos ayudara a crear los incentivos para que nosotros los ciudadanos dejáramos atrás por nosotros mismos la corrupción.
Otra cosa sería si nos diera a conocer los grandes recursos que tenemos los mexicanos, mismos que debemos aprovechar para con ellos crear el bienestar para todos los mexicanos.
Los temas que le gusta tratar a Ciro son totalmente ciertos, pero esos no nos ayudan a edificar un mejor país.
Si los contenidos de los medios de comunicación fueran diferentes, no estaríamos corriendo el riesgo de que la dictadura del PRI regresara nuevamente a los Pinos.
Urge hacer los cambios en todas las instituciones para poder vislumbrar el México que deseamos construir.
La clase política que esta por llegar a los Pinos, se debe esencialmente a la resignación de los intelectuales, a la ausencia de auténticos liderazgos, a la apatía del pueblo, a la ceguera de los medios de comunicación, a la falta de visión del sistema educativo mexicano.
¿Hasta cuándo despertaremos de este letargo?
Necesitamos unos medios de comunicación que nos ayuden a pasar de victimas a protagonistas.
Necesitamos un medio de comunicación que nos llame, que nos mueva de nuestra zona de confort, que nos ayude a ser equipo con México, que ayude a activar la economía, la educación y la cultura, que nos ayude a romper con la falsa idea de que México no tiene ya remedio, que nos emocione, que nos conecte con el otro, que nos invite a arriesgar para que ganemos todos, que nos comprometa, que nos enseñe a descubrir el lado positivo de las cosas, que nos cuestione, que nos impulse a ser mejores, que nos aliente a la creación de nuevas empresas, que fomente la creatividad, que nos ayude a confiar en nosotros y en los demás, que nos muestre el camino para ser felices, que nos enseñe el sabor de la responsabilidad, que nos despierte, que nos encienda la mecha del entusiasmo, que nos ayude a sanar las heridas del pasado, que nos ayude a disfrutar del presente y nos mueva para construir un futuro mejor, que nos ayude a descubrir el lado positivo de las desgracias, que nos enseñe a mirar lo que hay a nuestro alrededor, que nos comunique, que nos mueva, que nos jale, que nos atraiga, que nos una, que nos fortalezca, que nos haga fuertes ante las adversidades, que nos ayude a descubrir nuestro potencial como personas y el de los demás, que nos hermane con otros pueblos, que nos enseñe a amar a este país, que nos ayude a romper con los paradigmas que nos tienen atados y nos ayude a crear otros que nos ayuden a avanzar, que nos enseñe a descubrir los grandes recursos que tenemos para aprovecharlos y con ellos crear la riqueza entre todos y para todos los mexicanos.
En otras palabras, que deje de poner la atención en la clase política y la ponga en los 112 millones que somos los mexicanos.
No es la función de los medios de comunicación el ayudar a las instituciones que no sirven en este país, sino la de impulsar y fortalecer a las instituciones que tienen que ver con la construcción de un mejor México.
Ojala que hubiera solo un medio importante que iniciara el cambio, solo con ese se podría contagiar la cordura a los demás y con ellos iniciar el cambio que tanto necesita México.
El cambio es posible, de hecho, miles de mexicanos trabajan incansablemente en la construcción de las nuevas bases para la nueva sociedad.
elsuenomexicano@yahoo.com.mx
http://www.elsuenomexicano.org/