“Nadie nos
manipula, solo seguimos las huellas de nuestros ancestros, que nos guían hacia
la libertad total”.
“Siempre
nos hicieron sus esclavos, porque nos tienen miedo y
nos tienen con migajas de educación para mantenernos lejos del desarrollo
integral”.
Manuel
Coj Tzalam
A la opinión pública nacional e internacional, al
señor Presidente de la República, a la Conferencia Episcopal de Guatemala, a
las iglesias evangélicas, al Cuerpo Diplomático acreditado en Guatemala, a los
hermanos líderes de organizaciones indígenas y campesinas, a nuestros guías
espirituales, a nuestros hermanos indígenas y ladino pobre del área rural:
Exponemos
-
Por años hemos trabajado y luchado por el
desarrollo y la paz.
-
Se firmaron los Acuerdos de Paz en la mesa, pero
está nunca llegó.
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La firmamos pero no la construimos y en lugar de
unirnos para construirla, nos enfrentamos de nuevo, y hemos llegado a estos
niveles alarmantes de conflictividad.
-
Queremos alertar sobre esta situación, antes que
lleguemos a un punto sin retorno en el que todos saldremos afectados.
-
No podemos ni debemos seguir con esa
confrontación irresponsable.
-
Como auténticos hijos de esta madre tierra, nos preocupa grandemente los brotes de
conflictividad, especialmente en el pueblo kakchikel
de San Juan Sacatepéquez, Guatemala, que vive en un clima de mucha tensión que
afecta grandemente a los niños en especial.
-
Como organización campesina, entendemos las
demandas, los derechos de nuestros hermanos pero, creemos y enaltecemos el
valor del diálogo, tal como lo remarcan los señores obispos en su comunicado
con fecha 16 de noviembre de 2012, al señalar: “promover el diálogo para
establecer los consensos que permitan lograr un modelo de desarrollo que sea
incluyente, pero, también más viable
para hacer del desarrollo algo posible y no solo anhelado”.
Por tal razón
Llamamos a la reflexión a las autoridades, a los
políticos, a las iglesias, a los empresarios, a todos los sectores y a los
líderes comunitarios, para que trabajemos por el desarrollo rural integral. Eso
es lo que queremos para nuestras
comunidades, aldeas y cantones.
Hagamos lo que dicen nuestros abuelos: consultar y dialogar para construir una
sociedad justa para nuestros hijos, donde nos respetemos mutuamente. Todos
tenemos algo que aportar, por ello,
Solicitamos:
El acompañamiento de nuestra madre iglesia, el
Cuerpo Diplomático, la Procuraduría de los Derechos Humanos, para que el
Gobierno promueva un verdadero diálogo responsable y serio, y así evitar una
mayor confrontación entre nuestros hermanos en San Juan Sacatepéquez.
Guatemala, julio 07 de 2013
¡Somos de diferentes culturas, podemos pensar
diferente, pero nunca enemigos!