Y DIJO JOSEFINA...

SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS A 8 DE FEBRERO DEL 2012
CRITICA CONSTRUCTIVA
Por: Gustavo Hernández Larrauri

El escenario político ante la sucesión Presidencial en México, da un giro substancial con la llegada de Josefina Eugenia Vázquez Mota, a la contienda electoral por la Presidencia de la República, debido a que si bien es cierto, se barajó que Ernesto Cordero Arroyo, era el elegido de Felipe Calderón, también es cierto que en la observación arroja que tanto Creel, como Cordero, sus perfiles se veían ligados a Vicente Fox y a Felipe Calderón, cosa que a Vázquez Mota, le daba y dió un aire de independencia y distanciamiento de los hilos de los Pinos, cosa que la aparta y apartaba en cierto sentido y en parte de lo que los detractores de Calderón le señalan de su Gobierno, que si bien, Vázquez Mota, fue y es producto “democrático” indirectamente de los Pinos, aunque exista o existió la posibilidad de un distanciamiento “simulado” y un proceso interno Panista, crea con ese solo hecho una imagen antagónica y de gran diferencia del legado más oscuro, antidemocrático y de presidencialismo exacerbado priísta, del “dedazo omnipotente presidencial”, de Gobiernos priístas del pasado, “No se hagan bolas el candidato es tal”, cuya imposición y sucesión motivó a derramamientos de sangre, convulsiones sociales, económicas, de vendettas de mafias y armadas en búsqueda de justicia social. Josefina Vázquez Mota, sale de un proceso “democrático” interno partidista, cosa que de antemano, al igual que con Calderón, en su partido, navegó contra corriente, en forma real o al menos en forma simulada hacia la precandidatura presidencial y la aleja del delfinato de los pinos, que si bien la simulación se basaba al principado y delfinato sucesor en los Pinos de Cordero Arroyo, el resultado no fue un delfín, sino sirena, princesa pues, en lugar de príncipe valiente, en cuya primera acción de Josefina, es y será operación. Y dijo Josefina: Comenzamos un nuevo camino, el camino para derrotar al verdadero adversario de México, a quien representa el autoritarismo y lo peor de la práctica antidemocrática, a quien representa el regreso hacia la corrupción como sistema y la impunidad como condena. Este adversario es Peña Nieto y su partido.
Y un día dijo Josefina: Déjame llevarme mi última aventura, déjame ser mi propio testimonio y dar fe de mi propia desmemoria. Y un día lo dijo Josefina, pero Josefina Plá, poeta hispana paraguaya. Pero, Independientemente, de la llegada, partido, forma de Gobierno, y aspiración de Josefina Eugenia Vázquez Mota, a la contienda electoral, es innegable que por vez primera una mujer, tiene la capacidad, experiencia y sobre todo la posibilidad real de ser la primera mujer en llegar a los Pinos, a la Presidencia de la República Mexicana. Que si bien, sin quitar merito alguno, a la siempre combativa Rosario Ibarra de Piedra, Marcela Lombardo, Cecilia Soto y Patricia Mercado, quienes en su momento buscaron la Presidencia de la República, la posibilidad de Vázquez Mota, de llegar a la Presidencia es real, debido al momento y Gobierno Panista en el poder, amén de ser un contrapeso y captación en parte del voto femenino, como uno de los factores, tan solo uno, por afinidad en el próximo proceso electoral, debido a que el producto plástico y mediático de Enrique Peña Nieto, al buscar el voto femenino se esfuma rápidamente al caer de tajo, por el uso y abuso de la imagen telenovelera y televisiva de Peña Nieto, no solo por lo de la Biblioteca Peña Nieto o el tema de la prole, o la incapacidad de manejar diversos escenarios, sobre todo los adversos, o por la liga de enraizamiento, gestación y crecimiento del crimen organizado = PRI, lo cual no se puede tapar con un dedo aunque se quiera politizar de un lado u otro, o el padrinazgo de Salinas de Gortari, ligas a grupos oscuros ancestrales. Sino, por su imagen ficticia de Kent de atlacomulco, al darse a conocer su vida privada, sus situación sentimental del pasado y presente, vida más que polémica y que en nada favorece a su imagen plástica de muñeco de copete de Sololoy, dirigida y mercantilizada y ofensiva a captar el voto femenino, que de golpe y porrazo pasó de muñeco plástico de Kent atlacomulqueño a una aberrante realidad personal e intima sobre su relación hacia la mujer, concepto que había vendido al uso y abuso, mercantilizando y ofendiendo con esto al voto femenino, a fin de buscarlo a como dé lugar.
No digo que no se hayan dado sucesos de vida personal y sentimentales en campañas presidenciales o ya en la presidencia de la República, Como los de Fox y Martitha, (Panistas), la relación de Salinas de Gortari con Adela, la de López Portillo con Shasha Montenegro, Díaz Ordaz, con Irma Serrano, “La tigresa”, entre otros, estos últimos, priístas, sino que al sobrevender una imagen plástica de Peña Nieto, de galán telenovelero de atlacomulco, en el pecado lleva la penitencia, claro ejemplo, las proyecciones de Pedro Joaquín Coldwell, en el sentido de que no ven a Vázquez Mota, como una perspectiva de género, y que las mujeres saben razonar su voto. Como? con la venta mercadotécnica de un kent de pueblo, ya que no hay que olvidar que tan solo por el hecho de ser mujer, Vázquez Mota, el voto femenino se va dar a favor de ella, muchas y muchos simpatizaran con López Obrador, el cual no hay que dejarlo atrás, ya que la lucha por la silla presidencial será entre tres, y López Obrador, no ha usado y abusado como Peña Nieto, de la búsqueda del voto femenino; Sin embargo el tema de esta columna, sigue siendo que el escenario cambia radicalmente con la llegada de Josefina Vázquez Mota, más en el de Peña Nieto, en el del PRI, otro ejemplo claro es la renuncia al PRI de parte de la Senadora Chiapaneca, María Elena Orantes López, al ser excluida del escenario electoral por perspectiva de género de Parte de Peña Nieto, y que en el cierre de esta columna, era nombrada candidata de la izquierda en Chiapas, (Morena) para contender a la gubernatura chiapaneca, y en forma oficial fue nombrada por Jesús Zambrano, Dolores Padierna y Manuel Camacho Solís, escenarios sumamente cambiantes y en forma por demás, vertiginosa, pero en forma positiva, según el ángulo que se vea.
Pero, centrándome nuevamente en la llegada de Vázquez Mota al escenario de sucesión presidencial, Josefina Vázquez Mota, no llega con una postura radical de grito o consigna o mero escaparate del top ten, mucho menos con la venta perfumada y de tacón de su plataforma política, que si bien tiene el peso o el impulso a la espalda de dos sexenios panistas, según se vea, llega con una trayectoria política capaz, profesional, real y con el Gobierno de su partido en el poder, aunque se maneje, la no injerencia, en la práctica, que no debería existir, pero existe de una u otra forma, la injerencia existe, ya sea en el PAN, el PRI, en el PRD, en el PVEM, en el PANAL o el PT, aunado que JVM, llega con un conocimiento total de la problemática Nacional, combinada con el nulo desgaste en el tema de Seguridad, ya que Josefina Eugenia, en su trayectoria lleva la experiencia y el rose total y popular que le dio la Secretaría de Desarrollo Social, la operación, conocimiento y negociación de la Secretaría de Educación Pública y Sindicatos, y la habilidad del cabildeo cuesta arriba, que le dio el ser dos veces Diputada Federal, Coordinadora del grupo parlamentario de AN, y Presidente de la junta de coordinación política en la Cámara de Diputados, por lo que el escenario ante la sucesión presidencial cambia de rumbo, toma nuevas vertientes, las distancias se acortan, tan solo en una de las muchas vertientes, y con la llegada de Josefina Eugenia Vázquez Mota a la carrera hacia la sucesión presidencial, cambia los escenarios preestablecidos, se mueven y moverán rápidamente, ya que Vázquez Mota, es una contendiente real, por capacidad, por trayectoria para aspirar y llegar a ser la primera mujer en ostentar el mandato Presidencial, por lo que alguna vez dijo Josefina: Comenzamos un nuevo camino, el camino para derrotar al verdadero adversario de México, a quien representa el autoritarismo y lo peor de la práctica antidemocrática, a quien representa el regreso hacia la corrupción como sistema y la impunidad como condena. Este adversario es Peña Nieto y su partido.
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