Jorge Álvarez Maynez, Secretario General de Acuerdos de Movimiento Ciudadano, es un joven político que vive de la polémica fácil y estridente y de atacar al gobierno de López Obrador, labor que muchos actores de la oposición practican todos los días, sin argumentos y por oficio. Sus desplantes e histrionismo lo han caracterizado durante su breve carrera política.
Álvarez Maynez ha acusado al presidente de la república de incongruente,
lo ha señalado por no predicar con el ejemplo, se ha peleado con
actores del PRI, del PAN y de MORENA, siempre argumentando que él y sus
compañeros de partido (MC) son diferentes. Sin embargo, Álvarez Maynez ha
callado frente a las visibles muestras de corrupción del Gobierno de
Jalisco y de uno de sus jefes políticos, Enrique Alfaro. El Secretario
General también ha callado cuando se muestran las cifras de homicidios,
ejecutados, secuestros y robo de vehículos en Jalisco, en este último rubro Guadalajara y Zapopan, ambas ciudades gobernadas por MC, forman parte de un deshonroso top 5 a nivel nacional.
Álvarez Maynez también
calló cuando la empresa de su amigo y protector Rafael Valenzuela,
vendió el padrón electoral, hecho que el propio Dante Delgado, entonces
presidente de MC a nivel nacional, denunció públicamente.
El 10 de julio, Álvarez Maynez, compartía
una nota desde su cuenta de Facebook que utilizaba para burlarse de una
iniciativa de la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum,
para inhibir el robo de celulares. Horas después, su jefe político,
Enrique Alfaro, anunciaba que seguirían los mismos pasos que la Ciudad
de México para combatir uno de los delitos que más afectan a los
jaliscienses.
En su labor como diputado federal muy pocas veces se destacó por presentar iniciativas que fueran útiles para mejorar la seguridad, la economía y el contexto social de los jóvenes en el país, sin embargo, se presenta como un político de la nueva generación, sensible a las causas de los jóvenes, crítico de la corrupción y las formas del pasado; su proceder cotidiano demuestra todo lo contrario.
Álvarez Maynez actúa
como mercenario de sus jefes y por esta tarea le pagan 143,000 pesos al
mes, un sueldo que ya quisiera López Obrador como Presidente de
México.
Así se
las gastan las nuevas figuras de la política desde la oposición y
todavía se preguntan porque la ciudadanía no voltea a verlos.
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