“El Papa de la mejor buena voluntad llegó y fue utilizado, y fue cooptado con fines electorales”, señaló.
Carmen Aristegui y Alejandro Solalinde (Foto: Karina Maciel) |
Alejandro Solalinde aseguró el “alto clero” y el gobierno no han querido que las víctimas tengan acceso al Papa Francisco, en cambio, sí le han acercado a políticos y cantantes; y le intentan mostrar un país donde no pasa nada, no hay violencia ni pobreza. El Papa Francisco llegó el pasado viernes 12 a México y regresará a Roma el miércoles 17; sobre su visita, el padre opinó que “la primera impresión que nos da, objetiva sin hacer juicio de valor, es que el Papa es un jefe de Estado que en momentos fue recibido y tratado como jefe de Estado, y en momentos no”.
“La llegada fue con un estilo folclórico pero también al estilo Televisa, porque lo flanquea la pareja presidencial (Enrique Peña Nieto y Angélica Rivera), pero también presentan la canción, lo abrazan los cantantes, a partir de ese momento no lo van a soltar. Son personas de gobierno o del alto clero, siempre en contacto con personas de clase media para arriba”.
El sábado en Palacio Nacional “sí fue tratado como jefe de Estado, le hacen honores, todos los protocolos, pero finalmente también lo acaban viendo como un pastor… me llamó la atención que la mayor parte de los primeros tres días de la visita, Angélica Rivera lo lleva a las personas que ella quiere, también el cardenal Norberto Rivera Carrera, todo ese tiempo lo dedican a las personas del gobierno, del alto clero, o conocidos de ellos, dicen ‘estos pueden pasar, estos no’”, indicó en entrevista para Aristegui CNN.
Por lo tanto “da la impresión que hubieran privatizado al Papa, se quiso dar una impresión hacia el exterior de México, como un país donde no pasa nada, no hay violencia, donde además no hay pobreza porque puede verse que la gente está muy bien comida, muy bien vestida, gente educada, muy limpios, donde todo está impecable”.
En cambio, con su visita del lunes a Chiapas “fue otra cosa, vi a este Papa distinto, contento, los dos obispos de San Cristóbal, Felipe y Enrique, son buenos pastores que se han entregado a la gente, la gente los quiere, y lograron ellos ese contacto entre la Papa y la gente”.
Solalinde recordó que este martes el Papa va a Michoacán, “la tierra de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, falta ver qué va a pasar, se va a reunir con monaguillos del coro, es una buena oportunidad para hablar de la necesidad de la protección de la niñez, el respeto a sus procesos de maduración, es el lugar ideal. El domingo tuvo la oportunidad de hablar de los feminicidios , en Ecatepec… (pero) no mencionó nada”.
“Pareciera que no pasara nada”, insistió.
Solalinde consideró que en Michoacán debe hablar de Maciel, de la pederastia clerical, pero si no lo hiciera “sería lamentable, dejaría la impresión de que sí hubo mucho tiempo para los políticos, para Televisa, para los amigos de la pareja presidencial”.
Recordó que la mañana del lunes, antes de que el Papa Francisco viajara a San Cristóbal, Chiapas, “hubo una reunión de Emilio Azcárraga, varios artistas, en la Nunciatura Apostólica, hubo tiempo para todos menos para las víctimas, ojalá se pueda enmendar este error”.
Ayotzinapa
Hablar de los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos en Iguala, Guerrero, señaló que es “obligado”, “porque es emblemático, aunque hay muchos desaparecidos hoy, pero es un punto emblemático, representa a todas las demás desapariciones, es como la flagrancia en la que se sorprendió al Estado Mexicano cometiendo esa desaparición forzada, es el punto del hartazgo de la gente, la gotita que derramo el vaso… sí debería al menos mencionar esa palabra”.
Y reconoció que aunque el Papa ha dado discursos importantes “le falta poner nombre y apellido, puntualizar más ciertas cosas, por ejemplo, me hubiera gustado que en la reunió con los obispos les hubiera recordado el compromiso de hacer una misión continental en México… nunca ha mencionado el Reino de Dios, es el contenido de Jesús, que el Cristo trae la buena noticia, las buenas relaciones entre nosotros, con Dios, relaciones de respeto, justicia, de paz, de esperanza, vida, misericordia”.
El padre dijo que “lo que el Papa haga para animarnos, para inspirarnos, será muy bueno. Esperaría del clero mexicano, de los obispos mexicanos, que aplicaran todo eso que dice el Papa, que buscaran un diálogo nacional, una reconciliación basada en la justicia, que si los políticos de verdad son tan católicos como dicen, pues promover diálogos sobre base de cambio”.
Aseveró que ya se están posicionando los políticos rumbo al 2018, como “Manuel Velasco, gobernador de Chiapas, un clon de Peña Nieto, una historia igual… el Papa es ajeno a eso, pero lo están utilizando… no han querido que las víctimas tengan acceso al Papa, eso es un hecho, es obra de la cúpula eclesiástica y del gobierno de México”.
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